viernes, 2 de diciembre de 2011

Los agricultores de la Costa de Granada aplazan la destrucción de pepino para buscar consenso

La crisis de precios que sufren las hortalizas, especialmente el pepino, es insostenible y el sector agrícola de la Costa granadina sabe que ha llegado el momento de hacer algo, pero aún no se pone de acuerdo en qué. La agricultura de la Costa tiene visiones divididas en este conflicto. Mientras los productores, liderados por la organización agraria COAG, decidieron a principios de la semana comenzar a destruir kilos de pepinos en un intento desesperado por tratar de subir los precios, las comercializadoras advierten que no están dispuestas a cerrar y que no merece la pena tanto sacrificio si no se realiza de una forma organizada.
Y sobre todo, tanto agricultores como empresas son conscientes de que el éxito de sus medidas está seriamente comprometido por la actuación del sector almeriense. Si no se solidarizan y van a una con Granada habrá poco que hacer. Y en esas sigue el sector agrícola de la Costa, buscando soluciones. Agricultores, empresas comercializadoras y representantes municipales volvieron a sentarse en la tarde de ayer en torno a una misma mesa, en la reunión organizada por el área de Agricultura del Ayuntamiento de Motril, para debatir la situación del sector. Participaron COAG, Ecohal, representantes de las cooperativas y los representantes municipales de los Ayuntamientos de Castell, Polopos-La Mamola y Motril que optaron por dejar en el aire la decisión de destruir producto para dar un margen y comprobar cómo evolucionan los precios y, sobre todo, para consensuar una manera organizada de destruir la producción si hay que llegar, como defienden los propios productores, a tomar esta medida extrema.

Además, el sector ha consensuado no destruir los pepinos hasta que esté resuelta su eliminación de manera organizada. La imagen de la agricultura de la Costa granadina no puede permitirse que los pepinos acaben, como hace dos años, acumulados en montañas en la playa de Carchuna o arrojados a cualquier rambla. En este sentido, los Ayuntamientos de Motril y Castell han ofrecido su colaboración a los agricultores para buscar vertederos o puntos limpios donde acopiar los pepinos para después trasladarlos a la planta de basuras de Vélez, dependiente de la Diputación provincial, que también está dispuesta a colaborar. «Es importante mantener el diálogo entre todos los miembros del sector agrícola para evitar conflictos, que unos agricultores tiren pepino y otros no, y sobre todo hay que buscar consenso para no dañar la imagen de nuestra agricultura», valoró el concejal de Agricultura de Motril, Nicolás Navarro.

Fuente: Ideal

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